Floretas, coquillos y cañas para degustar; abanicos bordados a mano para aliviar el calor o las originales rosas de todos los colores elaboradas con madera han sido algunos de los productos que el público pudo comprar ayer en la XVI edición del Jueves Turístico que dejó satisfechos a visitantes y artesanos. Este evento, organizado por el ayuntamiento a través de la concejalía de Turismo, ha atraído este año a numeroso público que durante toda la mañana pudo comprar y ver una gran variedad de artesanía en los 200 puestos aproximadamente que se distribuyeron por el casco histórico y su entorno. Este año, como novedad, se apostó por alargar la fiesta y la noche previa, el miércoles, se abrió el mercado artesanal con un total de 30 puestos concentrados en la plaza de la Catedral.

"Este año hemos innovado con el mercado previo del miércoles por la noche y ha tenido muy buena aceptación, los vendedores, hosteleros y el público han mostrado su satisfacción", afirmó la concejala de Turismo del ayuntamiento, María Jesús Crespo. Además, muchos artesanos alabaron la organización del evento, así también agradecieron que el ayuntamiento repartiera botellas de agua entre los vendedores de los puestos.