Los vecinos de Coria, localidad de unos 13.000 habitantes, sufren desde la tarde del jueves importantes restricciones en el abastecimiento de agua potable. Miles de hogares, bares, peluquerías, restaurantes y hoteles padecen esta situación causada, según el alcalde, Juan Valle, por dos motivos. Una es el excesivo consumo de agua por parte los usuarios que llegan a gastar 400 litros de agua al día por habitante y otra el mal estado de las estaciones de bombeo de los pozos auxiliares, necesarios en verano donde el consumo se eleva, pero que en este caso no han funcionado "por el estado de abandono al que han estado sometidos en los últimos años con su consecuente deterioro", señaló.

El alcalde convocó a última hora de la mañana de ayer un Gabinete de Crisis al que asistieron el Jefe de la Policía Local, Jesús Domínguez, el edil de Obras e Infraestructuras, Antonio Agüí; y la concejala de Servicios Municipales, Mariángeles Acosta, que interrumpió sus vacaciones para acudir a la reunión. Tras el encuentro Valle manifestó que se trabaja en el arreglo de un motor para bombear el agua por lo que el abastecimiento podría quedar restablecido en las próximas horas y dijo que también es fundamental un uso adecuado del agua. "Entre hoy -por ayer- y mañana -por hoy- podría estar restablecido el abastecimiento, pero siempre apelando a que la población sea consciente de un problema causado por el uso excesivo del agua, pues que ellos mismos sean solidarios y participen en lograr esa normalidad", afirmó.

ZONAS AFECTADAS Las restricciones han afectado a toda la población, pero los cortes de agua perjudican con mayor continuidad a unos 3.500 vecinos de la zona alta donde se encuentra la Avenida Virgen de Argeme, el barrio de San Juan y la zona de Miralsierro. Incluso, el Hotel San Cristobal, ubicado fuera de la población, se quedó sin agua y con una alta ocupación hotelera. Como medida urgente, el Ayuntamiento de Coria recurrió a otros pueblos de alrededor para abastecerse de agua. En este caso Ceclavín, Pescueza y Torrejoncillo fueron los tres municipios que se ofrecieron para dar agua potable. "Al Hotel San Cristobal le hemos llevado 2 cisternas de 3.000 litros cada una y el compromiso de tener otra dispuesta", explicó Valle. Mientras, muchos hogares, ayer tarde, seguían sin poder utilizar los calentadores ante la falta de presión del agua y en los bares, algunos tuvieron que comprar bolsas de hielo porque las máquinas no respondían.

Tanto el alcalde como el edil de obras hicieron un llamamiento a los ciudadanos para que reduzcan al máximo el consumo de agua potable y, al mismo tiempo, hagan un uso racionalizado. Además, el ayuntamiento tomó medidas excepcionales como suspender el riego de los jardines públicos y la limpieza de viales. Valle añadió que lo sucedido refleja la necesidad de ampliar la red que abastece a Coria y construir un nuevo depósito de agua, aunque "esto son medidas a medio plazo", matizó.