La Audiencia Provincial de Cáceres ha dictado sentencia condenatoria para un matrimonio de Miajadas al que se ha considerado culpable de un delito continuado de estafa. Su víctima, una vecina a la que con engaños, y haciéndola creer que tenía espíritus malignos en su casa, la quitaron diversas cantidades de dinero, joyas y otros objetos.

Cuatro años de prisión es la pena impuesta para el matrimonio, dos años para Lucas S. P., de 37 años, y otros dos para María S. M., de 30 años, que además tendrán que indemnizar conjunta y solidariamente a su víctima con 10.000 euros.

Esta es la condena que la Audiencia les ha impuesto al llegarse el pasado día 3, fecha fijada para el juicio, a acuerdo entre el Ministerio Fiscal, que en principio solicitaba tres años de prisión para cada uno de los acusados, y la acusación particular, que pedía para cada uno de ellos cuatro años y seis meses por el delito de estafa, y siete años y seis meses por el de extorsión.

Al alcanzarse acuerdo entre las partes el juicio no llegó a celebrarse y se acordó sentencia de conformidad. La condena, ya firme, dos años de prisión para cada acusado, y el pago de una indemnización de 10.000 euros.

EL ENGAÑO Los hechos por los que Lucas S. P. y su esposa, María S. M., han sido condenados se iniciaron en agosto del 2003. Según recoge la sentencia, desde este mes y hasta principios de enero del 2004, el matriomonio, aprovechándose de que su víctima "vivía sola y tenía una capacidad intelectual límite, con escasa capacidad de resolución y muy influenciable y sugestionable por terceras personas", la hicieron creer que en su casa existían espíritus malignos y que ellos evitarían que la hicieran daño a cambio de dinero.

La mujer, "ante el temor de que los espíritus malignos pudieran hacerle daño", fue entregando diferentes cantidades de dinero --unos 18.000 euros según la estimación de la denunciante-- y diversas joyas y objetos a sus dos ´timadores´, hoy considerados culpables y condenados por un delito continuado de estafa.

En este engaño, se hace constar también en la sentencia como hechos probados, participó una tercera persona "que no ha podido ser identificada". Se trata de un hombre que, de común acuerdo con los dos acusados, se presentó en el domicilio de la víctima "y, siempre haciendo referencia a los dos acusados, se identificó como el hermano Luis y le requirió que le fuese a comprar diversas joyas", con las que sacaría los espíritus malignos de su casa. En la confianza de que así lo hiciera, la mujer entregó al supuesto sacerdote joyas por valor de 4.066 euros.

Finalmente los hechos fueron denunciados y los autores de la estafa son ahora condenados.