Cuatro vecinos de Aliseda fueron sorprendidos por la Guardia Civil cuando, supuestamente, volvían de cazar furtivamente. Los agentes hallaron en su coche diferentes partes del cuerpo de una cierva. Una de las paletas presentaba un impacto de bala. Además se les intervinieron un machete, un foco con batería, dos cartuchos y una bala para escopeta. Tras realizar los análisis veterinarios, la carne se entregó al centro de ancianos local.