Los empresarios del casco histórico de Trujillo han convocado una reunión esta tarde a las ocho en el salón de Cáritas con el objetivo de aunar criterios y conocer las quejas y opiniones del sector sobre la ordenanza reguladora de cartelería y rótulos en la vía pública. Hace solo unas semanas, varios comerciantes, hosteleros y otros empresarios recibieron una carta municipal advirtiendo que había de plazo hasta septiembre de 2018 para ajustarse a la normativa, tras haberse cumplido el periodo de alegaciones. Dicha ordenanza pretende uniformar el tipo de material, dimensiones y colores de los carteles publicitarios que se exhiben en la vía pública, entre otras cuestiones, para que estén integrados en el entorno. Un hecho que ha encendido al sector, dado que consideran que perjudicará sus negocios, ya que supondrá un desembolso económico añadido.

En la reunión de esta tarde, quieren exponer que la normativa está «pésimamente redactada» y que algunas disposiciones se contradicen entre sí. Por otro lado, alguno de los afectados por la revisión de la ordenanza considera que los materiales y colores no pueden ser tan restrictivos «pues impiden la incorporación de los logos e imágenes corporativas de las empresas, cercenando la posibilidad de distinguirse unas de otras, objetivo fundamental del marketing y la publicidad». Asimismo, creen que el propio ayuntamiento no cumple la norma en algunos casos con carteles y paneles informativos en edificios o monumentos públicos, y que no se ha estudiado el impacto económico sobre las empresas «ya que algunos rótulos cuestan más de mil euros», dicen. Por todo ello, piden que la ordenanza sea paralizada y estudiada «más concienzudamente». Aún así, reconocen que hay algunos establecimientos que «se pasan instalando una cartelería excesiva». Tras aunar criterios y crear una comisión esta tarde, el colectivo solicitará una reunión «con el concejal responsable o el alcalde» para tratar de llegar a un acuerdo, aseguran.