Volar por la ladera del Pitolero, del Pinajarro, del Canchal de la Gallina o del Valdeamor. Adivinar allá abajo los castañares verdes, rojizos y amarillentos, los llanos de Trasierra, el azul del Gabriel y Galán, la muralla de Granadilla... Son posibilidades que desde ahora se abren a más pilotos durante el Otoño Mágico con la organización de VuelaAmbroz , un encuentro de paramotor y parapente que acaba de celebrar su primera edición en Casas del Monte.

La cita, dirigida a pilotos y acompañantes, ha congregado a un centenar de participantes con el objeto de dar a conocer las excelencias de vuelo del Valle del Ambroz, así como las incomparables vistas y colores del otoño desde el aire. Al encuentro han asistido pilotos de varias comunidades como Aragón, Madrid, Castilla León y Extremadura, incluso expertos internacionales de Argentina e Italia. La organización corrió por cuenta de pilotos locales, con la colaboración de la Asociación de Desarrollo del Ambroz (DIVA).

Agenda multideportiva

Además de las actividades relacionadas con el vuelo, durante el fin de semana se desarrollaron otras dirigidas a conocer el entorno natural mediante rutas a pie y en bici de montaña. De esta forma, el sábado y el domingo se organizaron sendos recorridos pedestres. Uno de ellos visitó los Castaños del Temblar, declarados Arboles Singulares del Extremadura.

El sábado tuvo lugar una exigente ruta en bicicleta BTT que subió desde Casas del Monte por el camino del Risco Llano hasta llegar a la cuerda que separa los valles del Ambroz y del Jerte, donde los ciclistas rodaron sobre la nieve caída la noche anterior. Por la tarde se desarrolló una actividad de geocaching consistente en encontrar tres tesoros previamente escondidos en los alrededores de la población, con la ayuda de sus coordenadas geográficas y sistemas de localización GPS.

También hubo momentos para la formación de los pilotos como la charla sobre Espacios aéreos y su reglamentación aplicada al vuelo libre, promovida por la Asociación Deportiva Pangea, en la que Turín Heras, instructor de parapente y presidente de la Comisión Técnica de la Federación Aérea Madrileña, explicó a los participantes presentes las distintas delimitaciones del espacio aéreo español y sus influencias sobre el parapente y el paramotor.

El domingo, el descenso de la intensidad del viento permitió hacer vuelos en paramotor desde primeras horas, y más tarde en parapente despegando desde Risco Llano. Los pilotos aprovecharon para captar fotos valederas para el concurso en el que se premiaron las tres mejores imágenes del otoño en el Ambroz.

Una de las actividades más esperadas del fin de semana fue la prueba de flyatlhón, tercera celebrada este año en Extremadura. Las dos anteriores tuvieron lugar en Cáceres y Zarza Capilla (Badajoz). Consiste en una carrera en la que intervienen tres disciplinas deportivas: bicicleta, carrera a pie y vuelo en parapente.

En esta ocasión incluyó un ascenso en bici desde la salida a un punto intermedio en la subida al Risco Llano, en el que los participantes recorrieron 4,5 km y ascendieron un desnivel de 400 m. El segundo tramo obligó a continuar a pie, esta vez con la mochila del equipo de vuelo a la espalda, en otro ascenso de 170 metros de desnivel durante 2 kilómetros, para llegar al punto de despegue. Desde allí los participantes desplegaron sus equipos y descendieron en parapente hasta el punto de inicio, donde también estaba la meta. El primer clasificado fue el piloto extremeño J.C. Carrasco, que completó la prueba en 50 minutos, seguido del italiano Silvio Zugarini y del argentino Gustavo Hernán.

El encuentro finalizó con entrega de los premios del flyathlón, del concurso de fotos y de los regalos del geocaching .