"Muchísima gente de fuera. Se ha llenado esto", comentó a este diario el alcalde de Pinofranqueado, José Luis Azabal, sobre la afluencia que se generó ayer en la localidad con motivo de la tradicional Enramá, una fiesta con más de 150 años de historia que fue declarada de Interés Turístico Regional en 1996.

"La población se ha multiplicado por dos como mínimo", añadió Azabal, que fue uno de los protagonistas que partió desde el ayuntamiento sobre las 19.30 horas para recoger al resto de parejas y darse cita en la plaza Mayor para bailar la clásica 'Jota del arco'. Antes, alrededor de 50 parejas de jóvenes y otras tantas de adultos habían desfilado desde el Centro de Documentación hacia el ayuntamiento, ubicado en la plaza Mayor.

Ya desde muy temprano, sobre las 7.30 horas que arrancó la 'alborá', la gente salió de sus casas para disfrutar de un pasacallles en el que se reproducen cada año algunas canciones típicas. Justo después, sobre las 8.00 horas, se celebró un desayuno en el que la afluencia de personas provocó incluso que se agotaran las existencias. "El chocolate con migas se ha terminado", subrayó Azabal.