Dos años después del accidente aéreo del avión Yak-42 en Turquía, Yolanda Vegas, hermana del cabo de Moraleja Feliciano Vegas, fallecido en el siniestro junto a otros 61 militares españoles, exigió ayer a la Audiencia Nacional un mayor grado de "colaboración y cooperación" en la instrucción del caso.

"Creo que hay un sistema judicial que tiene que responder", afirmó Vegas, que confía en que la Audiencia "reaccione en algún momento" ante los hechos ocurridos. En el caso concreto del cabo de Moraleja, hasta el 25 de noviembre del 2004, y debido a un error de identificación de 21 de los 62 militares fallecidos, Feliciano Vegas estuvo enterrado en el cementerio de Javalí Viejo (Murcia). En su lugar, se dio sepultura el 29 de mayo del 2003 a Joaquín Enrique Alvarez, brigada del Ejército del Aire de Zaragoza. No fue hasta el pasado 27 de enero cuando los restos mortales de Vegas recibieron sepultura en el camposanto de su localidad natal.

"Primero tuvimos que asumir la dolorosa muerte de un familiar, después no saber dónde estaba enterrado, pasar por un segundo funeral y ahora tenemos la sensación de que la Audiencia Nacional se niega demasiado a colaborar", señaló a EL PERIODICO Yolanda Vegas.

Los familiares del cabo Feliciano piden justicia. Solicitan un proceso judicial en el que se depuren responsabilidades, "tanto políticas como militares". "Algunos cargos del Ejército tienen que dejar sus puestos, no basta con su traslado. Es necesario un juicio donde se señale a los responsables para que dejen los cargos que desempeñan y que pagamos con nuestros propios impuestos", añadió.

Ayer, segundo aniversario del desastre aéreo, Vegas recordó que las familias tienen toda una vida por delante para seguir luchando por la memoria de los 62 militares que murieron "de forma injusta y evitable".