Quién iba a decir hace trece años que la Semana Santa de Madrigalejo pasaría de reclamar hermanos de carga a despertar un auténtico fervor popular entre vecinos y turistas que, cada vez más numerosos, se desplazan a la localidad cacereña durante estas fechas.

Sin duda, el año 2000 fue un punto de inflexión en la tradición de la Pasión madrigalejeña, tras la creación de Cofradía del Cristo de la Victoria y de la Banda de Cornetas y Tambores del Cristo de la Victoria. Juan Agustín, conocido por sus vecinos como Choco , preside la hermandad, reconoce que los inicios fueron difíciles pero asevera que las ganas pudieron más. Choco recuerda entre risas cómo comenzaron con vestimentas e instrumentos de segunda mano. Compuesta en un inicio por 16 cofrades, congrega en la actualidad a 22 hermanos que procesionan con una talla del Cristo de la Victoria del siglo XVI.

En 2002, se agrega a la comitiva la Cofradía de Nuestra Señora de los Dolores, la más numerosa en la actualidad con hasta 90 socias. Su presidenta, Saturnina Ciudad, asegura a este diario que "vivir esta experiencia desde dentro es emocionante". La última en incorporarse fue la Cofradía de Jesús de Nazaret, en el año 2004. Su fundador y actual presidente, Luis Sojo, señala que creó la cofradía porque "no podía ver cómo la imagen se trasladaba con un carro de ruedas".

Desde entonces, el clamor ha ido apoderándose de una tradición religiosa y cultural que el ayuntamiento ha promocionado con cartelería y adecuación de zonas de ensayo para la banda. Como particularidad, las tres cofradías procesionan tanto el Jueves como el Viernes Santo. Junto a ellos, la Virgen de las Angustias, cargada por niños y el viernes el Santo Entierro, acompañado por voluntarios de Cruz Roja o integrantes de las Amas de Casa. Otra particularidad es que el Domingo de Resurrección amanece más temprano en la localidad cacereña, concretamente a las 7.00 horas, donde se conmemora una de las que de las tradiciones más longevas de la Semana Santa de Madrigalejo: La Carrerita , una fugaz versión del encuentro entre Cristo Resucitado (cargado por mujeres) y la Virgen del Rosario, (cargado por hombres) que tiene lugar a toda velocidad.