Ayer no hubo colesterol, ni hipertensión entre los casi 600 mayores que acudieron a la XIV edición de la matanza típica extremeña del hogar de la tercera edad de Moraleja.

En el menú no faltaron las migas con café, pinchos de carne asada, guiso de patatas cocidas con derivados del cerdo al estilo de la abuela, además de vino, aguardiente y dulces típicos. "Hemos empleado tres sacos de pan migado para dar de desayunar a todos los invitados que han tomado deliciosas migas con café", explicó Paula Cordero, una de las mayores encargadas de la organización del multitudinario evento. Como sucede en la mayoría de las matanzas, en la del hogar de Moraleja ya no se sacrifican los cerdos. Los responsables del centro compran la carne y los organizadores se encargan de elaborar un menú típico de los días fríos de matanza. "Las patatas con carne hacen que entremos en calor, no puede faltar la cuchara", afirmaron algunos de los participantes llegados desde Sierra de Gata. "Hoy no hay colesterol, ni problemas de salud", añadieron otros ancianos de la junta directiva del centro de jubilados de Moraleja, mientras bailaban un pasodoble español. "Es un día de fiesta grande, donde no falta el buen vino y el baile en horario de mañana y tarde", señaló Edisson Blanco, director del centro, quien animó a los jubilados a seguir organizando "tan bien como hasta ahora" la concurrida actividad.

Con delantal y espumadera en mano, las mujeres repartieron kilos y kilos de patatas con carne. Otros se encargaron de preparar la lumbre a las siete de la mañana, cuando la helada todavía daba los buenos días a los vecinos de Moraleja. Hubo quien pasó horas delante de la parrilla para asar la carne y otros prefirieron poner y quitar las mesas. "Todo está perfectamente organizado", dijo Enrique Cordero, presidente de la asociación de mayores de la localidad. Ahora los jubilados esperan disfrutar de un rico guiso de arroz con carne que se ofrecerá el próximo día 13 para cerrar los actos de la matanza tradicional extremeña.