Diputaciones de toda España, la Junta de Extremadura, mancomunidades y grupos de acción local firmaron ayer la “Declaración sobre Despoblamiento del Medio Rural” para hacer un frente común contra el éxodo rural. La conciencia común del peligro que corren gran parte de los pueblos españoles es lo que ha llevado a la firma de la Declaración en Montánchez (Cáceres), en el seno del Congreso sobre el Despoblamiento del Medio Rural, que ha reunido a expertos y a instituciones durante dos días.

El manifiesto, impulsado por la Diputación de Cáceres, ha sido firmado por el presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara; el presidente de la Federación de Municipios y Provincias de Extremadura, Francisco Buenavista; representantes de mancomunidades y grupos de acción local de Extremadura, así como ayuntamientos de esta región y representantes de las diputaciones provinciales españolas.

Se espera que a él se vayan sumando más administraciones y organismos de todo el país, según ha informado la Diputación de Cáceres en una nota de prensa. Los firmantes alzan la voz para dar un toque de atención ante el proceso de despoblamiento que afecta al medio rural, y por el deterioro que sufre debido a causas como la falta de gestión de los bosques, una agricultura y una ganadería en retroceso, los incendios o el vandalismo.

Ante esta situación, se comprometen a «aportar cuantas medidas locales sean necesarias y a impulsar las medidas gubernamentales apropiadas para invertir la tendencia». Dan la voz de alerta porque consideran que «el proceso de despoblamiento va más allá de una cuestión de pueblos vacíos o de envejecimiento de la población rural, sino que representa una desafección de nuestra generación con un medio al que pertenecemos».

INNOVACIÓN COMO OBJETIVO

Por ello, apuestan por la innovación como instrumento clave para la recuperación de la actividad en el mundo rural, teniendo en cuenta de la muchas de las ocupaciones tradicionales han perdido su lugar en la sociedad actual. Los firmantes se comprometen a impulsar medidas concretas que se incorporen en la planificación de las administraciones públicas y en sus presupuestos. Entre ellas se contempla la introducción de medidas fiscales y ayudas económicas para la vida rural de familias y empresas, iniciativas piloto o apoyar el papel de la mujer en los escenarios rurales y en la lucha contra el despoblamiento.

Así como a ayudar a los ayuntamientos y a las diputaciones a la promoción del desarrollo rural, o llevar a cabo acciones de toma de consciencia social, empresarial y política que impulsen la valorización del medio rural, entre otras. Un 70% de los 222 municipios de la provincia de Cáceres tienen menos de 1.000 habitantes, muchos de ellos menos de 100 y hay alquerías con 35 personas, en gran parte de los casos con una población muy envejecida. Por eso en los pueblos ya no se puede hablar de fijar habitantes, sino más bien de atraerlos. ¿Y cómo se consigue eso? No es fácil, la mayoría de los proyectos que se han puesto en marcha en los últimos tiempos han sido luego carne de estantería, han quedado apilados en despachos sin llegar a practicarse medidas concretas. Lo decía hace unos días la presidenta de la Diputación, Charo Cordero, en la presentación del Congreso de Despoblamiento en Zonas Rurales.

El congreso forma parte de un plan diseñado por el gobierno provincial para poner freno al éxodo. «Si no tomamos la iniciativa puede ocurrir que muchos pueblos de la provincia de Cáceres se tengan que cerrar», aseguró Cordero, si bien matizó que esta situación está lejos de producirse merced a las acciones que a lo largo del tiempo han ido aplicando tanto la institución provincial como la Junta de Extremadura. H