Ya está en marcha la XXXII edición de la Feria Nacional del Queso en Trujillo, con todos los ingredientes para tener el éxito que caracteriza a este evento. Y es que es «un magnífico espectáculo que concilia patrimonio y gastronomía». Así lo ha descrito el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, durante la inauguración del certamen, donde ha valorado el esfuerzo y el trabajo que hay detrás de esta feria en la que están representadas todas las denominaciones de origen de la región, así como sus zonas queseras y de otras partes de España y del mundo, como Suiza y Portugal. El jefe del Ejecutivo autonómico ha subrayado el reconocimiento internacional con el que cuenta el sector del queso y ha asegurado que ello «no es fruto de la casualidad, sino del trabajo bien hecho». Fernández Vara ha explicado que la región cuenta ya con muchas personas dedicadas a la agricultura ecológica, y ha apuntado que se están haciendo «bien» las cosas y con «mucha» calidad para ofrecer algo diferente en un mercado mundial» enormemente competitivo». Igualmente, ha apostado por no perder de vista el gran papel que Extremadura puede jugar en todo lo que se refiere a la agricultura ecológica. Además, el presidente de la Junta de Extremadura ha indicado que cada vez hay más ciudadanos que viajan teniendo muy en cuenta la gastronomía, por lo que ha valorado la importancia que en este sentido tiene la celebración de ferias como la del queso de Trujillo. Finalmente, ha abogado por seguir trabajando en torno a lo que supone la gastronomía vinculada al turismo de naturaleza, de experiencias y de emociones, y ha subrayado el magnífico espectáculo que supone la Feria del Queso en la conciliación del patrimonio y la gastronomía. Un sector por el que la Administración regional seguirá trabajando, ha dicho.

Por su parte, el alcalde de Trujillo, Alberto Casero, ha destacado en el acto celebrado en el palacio Barrantes-Cervantes la evolución que ha experimentado el sector quesero desde que se inició la feria en 1985. «Si bien es cierto que nuestros quesos han sabido conservar su esencia y tradición, también lo es que han experimentado una notable evolución que les ha permitido ofrecer hoy en día un producto en muchos casos diferenciador», ha apuntado. Casero ha recordado que «hoy en día podemos encontrar quesos que, sin renunciar a su sabor, tradición y calidad, se presentan al público con atractivos e innovadores formatos y diseños que nos advierten que hemos aprendido a vender».

500 VARIEDADES/ Precisamente, esa es la misión de los más de cien expositores que dan a degustar hasta el lunes unos 500 tipos de queso de oveja, cabra y vaca, elaborados siguiendo prácticas artesanas y tradicionales, así como varias Denominaciones de Origen Protegidas (DOP). Para el presidente del comité ejecutivo de la Feria, Gabriel Fernández, «hay muchas horas de trabajo de los productores para que su producto nos llenen de sensaciones» y esto es en gran parte debido a una elaboración basada «en una materia prima de primera calidad». Hoy está previsto un taller de quesería en la plaza Mayor, y durante todos los días hay posibilidad de degustar elaborados menús con presencia de queso como ingrediente protagonista, en muchos de los bares y restaurantes de la ciudad.