La pintoresca estampa del anciano subido en un burro cargado de aceitunas está en vías de extinción en la localidad de Gata. El ayuntamiento se ha propuesto mejorar la calidad de vida de los vecinos que trabajan en el sector del olivar y, por tercer año consecutivo, ofrece un servicio gratuito para transportar las aceitunas de verdeo desde la finca y hasta los dos puntos de recepción que existen en el término municipal.

"Hace tres años decidimos poner en marcha esta medida que ha tenido muy buena aceptación entre los olivicultores de Gata", explicó Saturnino Corchero, alcalde de la localidad.

Mientras dura la campaña de recogida del fruto, un operario municipal realiza cada día varias rutas con un tractor por las fincas para recoger las olivas y transportarlas. Previamente, los beneficiarios de la iniciativa se apuntan en el ayuntamiento y explican dónde se encuentra su explotación. "Cada año se benefician de la medida más de 50 familias de Gata".

La idea, que supone un desembolso económico mínimo para las arcas municipales, surgió para evitar que los ancianos de Gata, tuvieran que cargar con kilos y kilos de aceitunas. "Muchos mayores transportaban los sacos a lomos de sus burros, algo que había que eliminar en este siglo XXI", recordó Saturnino Corchero. "Es una manera de colaborar con el sector del olivar que atraviesa, como ocurre con el resto de los sectores agrarios, un mal momento, especialmente en años como éste en el que la sequía está pasando factura", explicó el edil.

En la localidad de Gata todavía existen dos puntos de recepción de la aceituna, el producto más preciado que nace en la comarca cacereña de Sierra de Gata.