Un guardia civil fuera de servicio ha rescatado a los pasajeros, entre ellos un bebé de tres meses, de una embarcación en llamas en el pantano de Gabriel y Galán, en el término municipal de la localidad cacereña de Guijo de Granadilla.

Así, mientras el guardia civil, llamado Miguel Ángel García, de 48 años, practicaba piragüismo el pasado jueves, día 18 de agosto, con sus dos hijos en las inmediaciones del centro 'El Anillo', fue sorprendido por una "fuerte explosión" procedente de una embarcación a motor, en la que se encontraban ocho personas, que se encontraba a unos 150 metros.

Tanto el guardia civil como sus hijos comenzaron a escuchar gritos procedentes de un "numeroso grupo de personas que ocupaba la embarcación", por lo que "sin pensarlo, el guardia civil junto con su hijo menor se dirigieron en la piragua hacia la embarcación y, al aproximarse a la misma, observaron cómo en el agua había varias personas gritando y numerosos objetos que habían salido despedidos por la deflagración".

En la embarcación se encontraba una persona de unos 70 años de intentando sofocar el fuego que se estaba extendiendo y otra más con un bebé de tres meses "que no se atrevía a saltar al agua con él", ha informado la Guardia Civil.

Tras colocar la piragua en paralelo con la embarcación, el guardia civil cogió en brazos al bebe y lo llevó hasta la orilla, a unos 200 metros, donde se encontraban unos vecinos de la localidad de Ahigal que "habían acudido alertados por la explosión", y los cuales se hicieron cargo del bebé.

El guardia civil, ya con su hijo mayor, volvió hacia el barco siniestrado a por una niña de "apenas" dos años y medio y a por un niño de cuatro años, los cuales se encontraban "en el agua gritando y en estado de nerviosismo debido al susto provocado por la explosión y al dolor de las quemaduras que habían sufrido en brazos y piernas".

Tras dejar a los dos menores en la orilla volvieron a por más personas, y esta vez rescataron a la madre de los dos niños y la dejaron en la orilla.

Ya en un último viaje rescataron al padre del bebé de tres meses, que tenía "bastantes quemaduras y era muy corpulento, por lo que el guardia civil y su hijo realizaron grandes esfuerzos para llevarlo hasta la orilla, ya que la piragua se había llenado de agua debido al sobrepeso".

Mientras rescataban a este último, otras personas que presenciaron los hechos, pusieron en marcha una embarcación ligera tipo zodiac con la que ayudaron a la evacuación de las personas que quedaban en el agua.