Alfonso Pulido, de 51 años, padre de cuatro hijos y residente en Barcelona, fue hallado muerto el lunes por un ganadero cuando estaba con sus ovejas en el paraje de San Isidro. Al parecer, y según su testimonio, el hombre llevaba sin vida varios días, ya que el cuerpo estaba en avanzado estado de descomposición. Sus conocidos informan que lo habían visto varias veces por la zona, donde vivía en una tienda de campaña.

Pendiente de un trasplante de riñón, pasaba largas temporadas en Malpartida, de donde eran sus padres. El martes fue enterrado.