El pasado sábado recibieron sepultura en el cementerio de Talaveruela de la Vera, los restos mortales de E.S.U., vecino de la citada población, que contaba con 72 años de edad, cuando desapareció sin dejar ni rastro tras de sí, el día 14 de enero del año 2004.

El hallazgo del cadáver tuvo lugar el jueves en un paraje próximo al de Barranco Hondo, ubicado en el límite de los términos municipales de Talaveruela y Viandar, según indicaron ayer varios habitantes de la primera de estas poblaciones.

Estas mismas fuentes señalaron que el cuerpo apareció cuando un cabrero buscaba una res que se había extraviado. "Fue entonces cuando descubrió un zapato del fallecido", cuyos restos se encontraban a pocos metros.

Por otra parte los vecinos aseguraron que la zona había sido rastreada cuando desapareció E. S. U., "tanto por las personas del pueblo que salieron a buscarle, como por efectivos de la Guardia Civil", equipados con perros rastreadores, motos y vehículos todoterreno, sin que la búsqueda diera resultados positivos.

ROPA NUEVA Otras de las personas consultadas se inclinaban por pensar que los perros de la Benemérita, "no dieron con él, porque cuando salió de casa se habría puesto ropa nueva", lo que habría imposibilitado la labor olfativa de los animales.

Por lo que respecta a las posibles causas de su fallecimiento, no descartaban que se hubiera podido producir debido a las bajas temperaturas que se registraban en la zona cuando desapareció, sin que este extremo haya sido confirmado oficialmente.

Por último en el rescate del cadáver, que se encontraba en un lugar pedregoso, de difícil acceso, intervinieron miembros de la Guardia Civil de Villanueva, Jarandilla y Navalmoral, además de dos agentes del equipo de Alta Montaña del cuartel de Arenas de San Pedro.