El equipo arqueológico de investigaciones prehistóricas codirigido por Eudald Carbonell, Antonio Canall, María Isabel Sauceda, y formado por 20 personas más, afrontarán en próximas fechas el proyecto de la Junta y la Universidad de Extremadura, en el que Dionisia Gómez será la principal investigadora para seguir la huella animal en las cuevas Maltravieso, Santa Ana, en el Cimov, y Millar de Cáceres, además de la zona Vendimia, en Malpartida.

Para María Isabel Sauceda, responsable en Malpartida de estas cuestiones, de momento, las investigaciones en Vendimia se dieron por finalizadas hace dos años. "Ahora se están elaborando las memorias y pronto serán publicados los resultados. Vendimia es un gran yacimiento vegetal y sabemos que tipos de árboles había hace 150.000 años en Extremadura. Era un bosque de alisos, encinas, alcornoques, fresnos y pinos protegidos por la humedad de las riveras, donde pactaban los herbívoros, dejando semillas que estaban adheridas en sus patas en los regatos, de ahí nosotros hemos llegado a obtener estas semillas", explicó.

En la zona había también plantas acuáticas --hoy desaparecidas-- como los helechos. "Esta planta que estuvo en Vendimia hace 150.000 años es muy sensible a la contaminación antrópica, habiendo desaparecido en casi toda la península. De todo ello hemos sacado la secuencia vegetal que había en estas tierras", asegura Sauceda.

Respecto a la impaciencia que pueda haber para que todas estas investigaciones tengan luz, la arqueóloga afirma que "en las investigaciones arqueológicas prehistóricas no se puede ir deprisa. Es un proceso muy lento, laborioso y costoso. Atapuerca duró 25 años y nosotros sólo llevamos 6 años".