La investigación que se pondrá en marcha a partir del próximo lunes en la dehesa arroyana también servirá para dar salida a los excedentes del suero de leche que se obtienen de la fabricación de quesos. José Antonio García Chamizo, responsable de la empresa Berrocales Trujillos, recordó ayer que estos residuos se han destinado tradicionalmente a uso agrícola y que, con este estudio, tomarán una nueva dimensión para saber si son aptos en la cura de la enfermedad de la seca en encinas y alcornoques. "Su coste es más barato que la leche", apuntó, a falta de que los investigadores determinen qué cantidad hará falta aplicar en los árboles. El ácido láctico se obtiene tras la aplicación de un proceso bacteriológico a la lactosa que contiene el suero.