La popular encina de Jarandilla, que según algunas fuentes consultadas por este diario podría tener alrededor de ciento cincuenta años, se ha secado defintivamente tras haber sido afectada por la enfermedad de la seca . Ahora, el consistorio pide a los colectivos sugerencias para sustituir al emblemático ejemplar.
Ante las conjeturas que han surgido entre los ciudadanos acerca de las posibles causas de la muerte de la singular encina, que durante más de cien años ha estado plantada junto al Castillo de los Condes de Oropesa, actual Parador de Turismo, el ayuntamiento ha emitido un comunicado en el que asegura que la encina ha muerto "tras haber contraído la enfermedad de la seca , que afecta a un porcentaje considerable de los árboles de la familia quercus en Extremadura.
El consistorio se muestra convencido de que, "aunque lamentable", la muerte de la emblemática encina "es inminente", pese a que han sido "muchos los esfuerzos realizados por parte del ayuntamiento, para que no llegara a su fin", asegura.
LARGA ENFERMEDAD En este sentido, la nota municipal señala que "desde hace seis años o más" se busca solución "a su enfermedad". Ya en el 2003, después de que personal técnico de la Junta de Extremadura examinara al ejemplar enfermo "se procedió a la aplicación de un tratamiento "a base de inyecciones, propuestas por especialistas en la materia". Sin embargo, "hace unos días" el resultado de los análisis efectuados indica que "efectivamente, la encina se está secando, al haber contraído la enfermedad de la seca", según informó el alcalde, Víctor Manuel Soria.
Por otra parte, el edil adelantó en declaraciones a este diario que el ayuntamiento que preside solicitará "a distintas asociaciones y colectivos sociales que colaboren aportando ideas sobre lo que se podría hacer" en el espacio que ha venido ocupando la encina enferma. Por último, el ayuntamiento estudia la posibilidad de trasplantar junto al Parador de Turismo "otra encina de características similares a la que está a punto de desaparecer para siempre".
