Por quinto año consecutivo las calles del casco antiguo de Jarandilla se llenaron este fin de semana de oficios ya desaparecidos de forma casi total, pero que en la segunda mitad del siglo pasado constituyeron un entramado importante dentro de la economía de la zona. Así aparecieron como por arte de magia, carniceros, trilladores, cesteros, bordadoras, carniceros y alguaciles, mientras abrían sus puertas algunas de las antiguas tabernas.

El alcalde, Víctor Soria, dijo que se trata de una celebración que intenta potenciar el turismo en el mes de agosto, junto con la feria multisectorial Fejerán que abrirá sus puertas a las 20.00 horas del próximo viernes, "ya que en septiembre tenemos las fiestas del Santísimo Cristo del Humilladero, con varios días de toros al estilo tradicional".