A las siete y media de la tarde de ayer recibieron sepultura en el cementerio municipal de Navaconcejo los restos mortales del joven rumano de 24 años, que se ahogó la tarde anterior en el río Jerte a su paso por esta localidad, según indicó el alcalde, José Antonio Moreno.

El trágico suceso pudo haberse producido cuando el joven se bañaba en el charco conocido popularmente como El Cristo, en una zona donde en ese momento no se encontraba nadie, "ya que el lugar donde más gente acude a bañarse está un poquito más arriba", puntualizó el edil. A falta de conocer los datos oficiales de la autopsia que le fue practicada al cadáver en la mañana de ayer en Plasencia, todo apunta a que la muerte le sobrevino por ahogamiento, según la versión que maneja el alcalde.

Por otra parte se da la circunstancia que es la primera vez que el fallecido venía al Valle del Jerte durante la temporada de recogida de las cerezas, en cuya comarca se encontraba con unos familiares, aunque él en concreto no tenía trabajo.

Por otro lado parece ser que el infortunado joven tenía la costumbre de ir todas las tardes a bañarse al río, pese a que según la versión recabada por este diario no sabía nadar, "lo que hacía que se metiera en las zonas menos profundas".

Por último los familiares que le acompañaban decidieron no repatriarle a Rumanía y enterrarle en Navaconcejo. Asimismo, Moreno aseguró que el ayuntamiento ha puesto a disposición de la familia un nicho "y correrá con los gastos de la funeraria".