A sus recién cumplidos 18 años, Ángel Mellado podría convertirse en un par de semanas en todo un campeón del mundo. Su afición al tiro al plato, desde que tenía nueve años, le ha llevado a competir dentro y fuera de la región, logrando varios premios nacionales. Aunque es ahora cuando se presenta para él la gran oportunidad de su vida, haciendo aquello que más le gusta. Y es que el próximo 17 y 18 de agosto, este joven trujillano estará representado a España en la Copa del Mundo Junior de Tiro Olímpico, en Porpetto, Italia. Lo hará acompañado por otros tres jóvenes de Cataluña, Castilla León y Madrid. Tanto Ángel, como su padre Pablo, no podían creerlo cuando la Real Federación Española de Tiro Olímpico les comunicó que había sido seleccionado para representar a nuestro país en una competición mundial. Allí se darán cita 300 jóvenes de todo el mundo, de entre 14 y 21 años, dispuestos, como él, a darlo todo. Por eso estos días, todo el tiempo es poco para dedicarlo a entrenar y a estar bien preparado.

De hecho, hace solo unos días, Ángel estuvo en Madrid practicando en el campo de tiro de Alberto Fernández, el actual campeón del mundo de tiro olímpico, quien le aconsejó que «vaya tranquilo e intente controlar la tensión» ya que en esto, «tanto el buen ojo como el pulso son imprescindibles», apunta Ángel. Sin embargo, sabe que la cosa está complicada «aunque no imposible», dice, por eso su objetivo no es otro que traerse para Trujillo la copa del mundo. Para ello, primero deberá quedar entre los seis mejores, y después disputar una competición final a un solo tiro «ya que las anteriores pruebas son a dos tiros, por lo que es el doble de difícil».

Este mismo fin de semana medirá sus fuerzas en Valladolid, compitiendo en la Copa de España de Doble Trap, junto al actual campeón nacional.

TRES GENERACIONES / Y es que de casta le viene al galgo, ya que el abuelo de Ángel, Luis Mellado, fue el promotor del tiro al plato en Trujillo, que cuenta con numerosos aficionados y el Club de Tiro El Conquistador. Además, Pablo, su padre, fue uno de los impulsores para que en la ciudad se reabriera el foso universal, «así es que se lo hemos metido en vena; cómo no le va a gustar al chaval», explica Pablo.

Aunque le encantaría dedicarse profesionalmente a este deporte, Ángel sabe que tener una formación académica es indispensable, por eso tras verano espera poder comenzar a cursar los estudios de Medicina en la facultad de Badajoz, su otro sueño. De momento, tiene puestas sus esperanzas en llegar a lo más alto de esta alta competición en la que, desde luego, lo tiene a tiro.