Voluntario, con ganas de trabajar y de conocer otras culturas, es uno de los principios fundamentales del programa del Servicio Voluntario de la Unión Europea para jóvenes entre 18 y 25 años. Gracias a esta iniciativa, Plasenzuela, a través de una de sus asociaciones, Acción Rural, recibe cada año a jóvenes del continente.

Actualmente, en la localidad hay dos personas de 22 años. Uno de ellos es Vicente Monadier, procedente de un pueblo francés. Lleva en el municipio desde el 1 de mayo. A través de clases de francés, entrenamientos de fútbol y de talleres educativos desarrolla su trabajo durante siete horas al día. "Uno de los logros que ha conseguido Vicente es juntar a varias generaciones con el juego de la petanca", según su tutor en Plasezuela, Lorenzo Martín.

A Monadier, lo que más le ha gustado de Plasenzuela ha sido el trato con los vecinos. Y ahora que le quedan alrededor de tres meses para marcharse a su tierra: "Todo el mundo me pregunta qué voy a hacer cuando llegue a Francia, si voy a volver. Los vecinos se preocupan y eso me gusta", manifestó este joven francés.

Junto con Vicente Monadier, está Kistiina Vares, una estona de Tallín, que hace casi un mes que llegó a la localidad. La primera semana le costó adaptarse a la población porque las costumbres, los hábitos, en definitiva, la cultura es muy diferente a la de un país del Este de Europa. Con su español imperfecto manifestó que todo es nuevo para ella, hasta el sol: "Llevaba dos meses sin verlo hasta que llegué a España". Vares va a trabajar, al igual que su compañero, en actividades lúdico educativas con jóvenes, niños y mayores.

El próximo voluntario que conviva con los vecinos de Plasenzuela será un joven griego.