La Iglesia Santa María, de Brozas y el Santuario de la Virgen de los Hitos, de Alcántara, han sido los últimos escenarios elegidos por los ladrones para llevar a cabo los robos que han dejado a ambas iglesias sin las imágenes del Niño Jesús. En el caso de Alcántara, la ermitaña del santuario fue la que, durante las tareas de limpieza, descubrió que la imagen de San Antonio no sostenía en sus brazos al Niño Jesús que durante muchos años había mostrado.

Inmediatamente, la ermitaña puso el hecho en conocimiento de la Cofradía de Nuestra Señora de los Hitos. Arturo Vital, secretario del colectivo, explicó que la imagen desaparecida mide unos 40 centímetros, por lo que era sencillo hacerse con ella. "Cualquier persona ha podido muy fácilmente guardársela en un bolso o escondérsela en un chaquetón". Añadió que para alcanzar la imagen "basta con subirse a uno de los bancos del santuario".

La imagen, del siglo XVI y con cierto valor, de momento, no tendrá sustituta. Arturo Vital explicó que, hoy por hoy, es muy difícil adquirir un Niño Jesús porque la cofradía cuenta con pocos recursos económicos y tiene otras prioridades para el santuario "como realizar obras", afirmó.

Menos preocupación mostró ayer el párroco de Brozas, Maximino Pérez, quien comentó a este diario que la trascendencia que se le ha dado al robo de la imagen del Niños Jesús ha sido "exagerada y con demasiado bombo". El sacerdote pidió que se zanjara este asunto porque parece, a su juicio, "que han robado la iglesia entera y tan sólo se han llevado una imagen sin valor", añadió.

Otros hurtos

Los robos ocurridos en las localidades de Brozas y Alcántara han recordado hurtos similares que a lo largo de la historia han sufrido pueblos de la zona.

Entre los más destacados está el ocurrido en Salorino hace 30 años. El cura de aquél entonces se llevó la imagen de Santa Ana con el fin de que ésta fuera rehabilitada, pero para sorpresa de los vecinos la imagen nunca se devolvió. Esta falta fue inadmisible para muchos, por eso, hace tres años lograron con aportaciones particulares adquirir una imagen similar que sustituyera a la desaparecida.

Medidas

De menor importancia son los casos ocurridos en Zarza la Mayor y Membrío, donde se dedicaron a quitar el cepillo con el dinero que donaban los fieles. En este último pueblo ya se han puesto manos a la obra y ante los últimos casos de robos han tomado medidas para evitar el acceso del público a la parroquia sin que haya algún responsable de la misma en el interior. Así, la parroquia sólo se abre por las mañanas.

Una actitud similar han adoptado en Santiago de Alcántara. El pueblo ha tomado precauciones y desde hace tiempo no se abre la iglesia durante todo el día y quien quiere acceder al templo tiene que comunicarlo antes. "Ahora hay más control porque hay tallas de valor y piezas de oro", comentó el alcalde, Juan Garlito.

Son pocos los pueblos que no recuerdan robos en su parroquia como Carbajo, aunque muchos de ellos apenas guardan objetos de gran valor.