Madrigalejo se rindió ayer a las mujeres en la XXIII convivencia regional de amas de casa, que congregó a casi 1.300 personas. "Un día para disfrutar y olvidarse de los problemas", aseguraron las asistentes. "Corre, corre, que ya vienen". Apenas eran las diez de la mañana cuando comenzaron a llegar los primeros autobuses que trasladaron a más de un millar de visitantes que se acercaron a esta localidad cacereña para celebrar la convocatoria lúdica.

El encuentro congregó a vecinas de Abertura, Albalá, Casar de Miajadas, Cilleros, Coria, Escurial, Hervás, Jarandilla de la Vera, Madrigal, Medellín, Miajadas, Montánchez, Pozuelo de Zarzón y Santa Amalia.

Y la celebración no se hizo esperar. Después de entregarles un pequeño obsequio artesanal como recuerdo, que las socias de Madrigalejo "prepararon con mucho cariño", iniciaron el día con una doble visita a la Casa de Santa María y a una exposición, donde les mostraron sus mejores labores: sábanas bordadas, encajes de bolillos, muebles restaurados o auténticas joyas hechas con abalorios.

Después llegó la hora del cante y el baile, aunque también hubo tiempo de escuchar a las autoridades y a la presidenta de la Asociación de Amas de Casa de Madrigalejo, Rosi Arias. En un emotivo discurso, dio las gracias a todas sus socias "porque sin ellas hubiera sido imposible llegar hasta aquí", tuvo un pequeño recuerdo para las fallecidas y agradeció su colaboración "al pueblo de Madrigalejo y a los que han colaborado con la causa desinteresadamente".

Trabajo bien hecho

"Lo que ocurre es que no es fácil trabajar para recibir a tantas personas y que todas se vayan contentas", explicó Arias que, una y otra vez, dijo a las asistentes: "Cuánto trabajo nos ha costado tenerlo todo listo. Sin el apoyo y la colaboración de todas las socias y de todo el pueblo, que nos ha ayudado mucho, no podríamos haber llegado hasta aquí".

Las amas de casa comentaron que se trata de "un día muy especial para pasar en familia, donde nos reunimos para olvidarnos de problemas, intercambiar maneras y cultura y disfrutar sin pensar en más".

Pero lo cierto es que las 1.300 mujeres, después de un intenso día lleno de diversión y lejos de ponerse tristes ante la vuelta a casa, no dejaron de repetirse: "Bueno, hasta otra y que nos veamos pronto". Y seguro que así será, porque hoy comenzará a trabajar el próximo municipio organizador.