Siete asociaciones abordarán hoy en Talayuela la situación de la población magrebí residente en el municipio después de que la asociación Annour haya acusado al equipo de gobierno de endurecer las medidas contra los inmigrantes.

El portavoz de Annour, Abdellah Errguig, explicó ayer que "el ayuntamiento controla a los inmigrantes con visitas a sus casas" y añadió que emplea "mano dura en el empadronamiento". Esta asociación sostiene que a los inmigrantes que pretenden empadronarse se les exige el contrato de arrendamiento de la vivienda y si no pueden aportarlo se requiere al propietario de la casa que lo confirme en las oficinas municipales.

"Es una exigencia para los inmigrantes que llevan 10 y 15 años empadronados en Talayuela, y no para la gente que viene a vivir por primera vez", explicó Errguig ayer El Periódico Extremadura.

Pero sus palabras contrastan con las del alcalde de Talayuela, Raúl Miranda, quien ayer lo achacó todo a un malentendido, ya que el ayuntamiento está realizando una encuesta a través de la Universidad Popular que está financiada por el Ministerio de Vivienda y que pretende analizar el modo de vida de todos los ciudadanos del municipio, sean inmigrantes o no. Al parecer, esta encuesta, que se está realizando mediante visita domiciliaria, es la que ha provocado el conflicto, ya que Annour lo considera una intromisión. Miranda reconoció que se está exigiendo el contrato de arrendamiento a todas las personas residentes en el municipio que pretenden empadronarse sin tener en cuenta su procedencia y explicó, en contra de lo que dijo Errguig, que esta medida se ha aplicado exclusivamente a los residentes que han llegado durante los últimos 24 meses y siempre dentro de la más estricta legalidad.

Las primeras discrepancias sobre este asunto surgieron hace una semana, en el transcurso de una mesa redonda que organizó la asociación Cáceres Acoge en Navalmoral de la Mata con motivo del cuarto encuentro intercultural. Pese a no estar presente, el alcalde de Talayuela tuvo conocimiento de algunas de las opiniones que se vertieron en el encuentro y convocó una reunión con representantes del colectivo magrebí el pasado lunes. A pesar de que en la reunión se acercaron posturas y se aclararon malentendidos, el conflicto ha cobrado fuerza. A primera hora de la tarde de ayer, Miranda convocó nuevamente a representantes de la asociación Annour para zanjar la polémica y, de hecho, creía que todo había sido solucionado. Sin embargo Errguig, que no estuvo presente en la cita, explicó que "ya no es posible dar marcha atrás". Algunas fuentes achacan este cambio de postura a las diferencias existentes en el seno de la asociación. Al encuentro de hoy, que se celebrará en la mezquita de Talayuela, asistirán representantes de los colectivos Annour, Cepain, Red Acoge y Asociación de Amigos del Magreb, así como de los sindicatos UGT, CNT y CGT.