Francisco Torrejón, conocido por todos como Paquito el del kiosco , tiene 58 años y sufre una hemiplejia en la parte izquierda de su cuerpo. Sin embargo, ha mantenido intactas sus facultades mentales y ha regentado un kiosco de golosinas en la plaza Mayor de Malpartida de Cáceres desde hace 42 años.

Ahora, Paquito deja su pueblo para trasladarse al Centro de Discapacitados de Alcuéscar. Prueba del cariño que le profesan mayores y pequeños de la localidad, es el cálido homenaje que han rendido para despedirlo. Durante el acto, al que asistieron más de un centenar de amigos del popular vecino de Malpartida de Cáceres, se le hizo entrega de regalos de recuerdo.

"No tengo palabras para agradecer a todos el cariño que me han dado en la despedida. Siento mucho dejar Malpartida porque mi vida ahora cambiará bastante", confesó Paquito, quien con lágrimas en los ojos no se olvidó de "mi amigo Pablín, que murió hace unos años. Recuerdo a mucha gente, pero a él en especial".

El paso del tiempo ha ido limitando su capacidad para desenvolverse, por eso, Francisco Torrejón, se marcha a Alcuéscar, donde recibirá la atención que necesita.