Marchagaz está rodeada de montes como los de Santa Bárbara (más conocido por Altamira) y Risco Viejo, este último con 1.010 metros de altura. No es de extrañar, por tanto, que desde la cumbre de Altamira, coronada por un grupo de antenas de telecomunicaciones, se pueda observar un maravilloso paisaje, con vistas de numerosas sierras del Sistema Central, embalses y presas de abastecimiento de agua, y la llanura que se extiende hacia el sur.

Marchagaz se presenta como un tranquilo pueblo protegido por sus montes y con forma de X, trazado por sus calles principales, Iglesia-Valle y Majadilla-Rebollo, mientras que todo a su alrededor son fincas de olivos, numerosos alcornocales y algún pinar y castaños en las zonas más altas.

En la localidad se observan ciertos edificios que destacan por su tamaño o color, a saber: la cooperativa de aceitunas, la iglesia, las casas del Rebollo y un edificio con sus paredes naranjas en la entrada del pueblo viniendo desde Palomero.

VIVIR DE LA ACEITUNA

La casi exclusiva fuente económica, tanto de Marchagaz como de los pueblos cercanos, es la recolección y venta de aceituna de mesa, especialidad manzanilla (aceituna verde y de tamaño medio con una exquisita carne y sabor). Es curioso ver la procesión de furgonetas y tractores que salen cada día antes de que salga el Sol camino de los olivares y cómo se recogen al final de la tarde reuniéndose en la cooperativa de aceitunas, después de un largo día de trabajo en el campo durante los meses que dura la campaña (de septiembre a noviembre).

La estructura de las explotaciones es minifundista en correspondencia a un pequeño núcleo de montaña con importantes limitaciones naturales, en especial las pendientes, que obligan al abancalamiento de toda la ladera.

A la hora de hacer historia, recordar que perteneció a Palomero y éste, a su vez, formaba parte de la provincia de Salamanca. Se dice que en lo alto de la sierra de Santa Bárbara existió un torreón que se comunicaba visualmente con otros de la zona, incluso con el de Alba de Tormes salmantino. En la ladera de este monte aún se pueden ver las ruinas de un convento que estuvo habitado por franciscanos. Actualmente, muy cerca de este lugar, se ha construido un merendero donde se celebra anualmente la romería al finalizar la Semana Santa.

Los dos edificios de la localidad con mayor entidad son las ruinas del convento de San Marcos antes citado y la parroquia de Santiago Apóstol, una edificación de planta rectangular de cuatro tramos. Está muy remozado y en su interior y posee la imagen de Santiago Matamoros muy venerada por los vecinos del pueblo.