Un total de 110 vendedores ambulantes se encuentran actualmente en lista de espera para obtener un puesto en el mercadillo que cada jueves tiene lugar en Coria. Datos facilitados por la policía local, ayer, revelan que cada año se registra un ligero incremento de las solicitudes. De hecho en el 2004 la demanda alcanzaba los 82 vendedores mientras que en el 2005 los demandantes eran 103.

El mercadillo arrastra una larga lista de espera desde hace muchos años. De hecho, hay vendedores que aún mantienen su solicitud desde el año 1996 y que todavía no han podido obtener un puesto. La mayoría de los solicitantes son de Plasencia, y el resto de Moraleja, Malpartida de Plasencia y Montehermoso.

AL COMPLETO El 100% de la ocupación de los puestos disponibles, unido a las dificultades para extender el mercadillo a nuevas calles y plazas hace aún más difícil reducir la lista. Además, son escasas las ocasiones en las que un puesto ambulante queda libre ya que su actividad suele pasar de padres a hijos, dijeron las mismas fuentes.

Actualmente el mercadillo cuenta con un total de 125 puestos que están distribuidos entre las plazas de la Paz y del Norte y las calles Mercadillo, Almanzor y Velázquez. Recientemente el ayuntamiento tuvo que permitir la ocupación de la calle Portezuelo para acoger nuevos puestos ante la alta demanda, pero la estrechez de algunas calles del barrio de Santiago y el problema de aparcamientos que cada jueves se plantea complica que se siga extendiendo.

La concejala de Régimen Interior y Seguridad Ciudadana, Sonia Llanos, reconoció ayer que la situación no es fácil y anunció que el ayuntamiento lleva a cabo estos días un estudio para determinar qué posibilidades hay de extender algunos puestos a nuevas calles aunque no supo citar qué vías serán las más adecuadas para acoger nuevos puestos.

Hace un tiempo el ayuntamiento anunció la intención de trasladar el mercadillo al barrio de San Juan, una zona que cuenta con calles y avenidas más anchas y largas. Pero, el ayuntamiento paralizó esta decisión debido a la negativa de los vecinos de Santiago.