Las asociaciones de padres y madres de los centros públicos de Miajadas organizaron ayer una cacerolada en la que participaron unas 1.500 personas según datos de los convocantes, para reivindicar una educación pública equitativa y de calidad.

A través de un comunicado de prensa, las Ampas afirman que con esta protesta pretenden manifestar su "inquietud y preocupación" por los recortes que se vienen sucediendo en el municipio: la supresión de un grupo de infantil en el colegio García Siñériz, eliminación de varias asignaturas optativas en el IES Torrente Ballester, y reducción de profesores, maestros y especialistas en los centros públicos. "Todo ello con la consiguiente supresión de empleos", afirman.

Los padres opinan que estos recortes "atentan contra un sistema educativo público y apuestan cada vez más por la privatización de la enseñanza", y recuerdan que la educación "es un derecho universal". Instan a las administraciones a ofrecer "la más amplia y mejor enseñanza pública posible" mediante voluntad política, cumplimiento de la legislación e inversiones (profesorado de apoyo, ratios más bajas, mejoras en las instalaciones...)". Piden que si es necesario recortar unidades se comience por los colegios privados con los que se tienen conciertos.