Nadie mejor que los jurramachos pueden dar fe de las peculiaridades del Carnaval de Montánchez. Por eso un grupo de montanchegos disfrazados con máscaras y ropas viejas con colores estridentes acompañaron ayer al alcalde de la localidad, Juan Alcázar, y a la diputada de Cultura, Silvia Rodríguez, durante la presentación en el Palacio de Carjaval, en Cáceres, del Carnaval 2005 de Montánchez.

"Es un Carnaval de calle", explicó Alcázar, quien defendió la singularidad de la fiesta montanchega, con varios siglos de historia --hay un bando del 2 de febrero de 1836 que lo atestigua-- y que nunca ha sido suspendida, "ni en la época franquista, que se intentó, pero no se pudo", comentó la diputada.

A diferencia de los carnavales que se celebran en otras localidades y ciudades extremeñas, los de Montánchez no buscan la vistosidad de los trajes, sino que el jurramacho es aquel que se viste con "lo que tenga a mano", tapando su cuerpo y cara y falseando la voz para gastar bromas a sus convecinos sin ser reconocido. "Prácticamente las 24 horas del día hay máscaras en la calle", dijo Alcázar, quien realizó una invitación "a todo el que quiera" conocer un Carnaval diferente, "porque lo van a pasar bien y van a tener ganas de volver", aseguró.

El programa de actos comenzará el próximo viernes, 4 de febrero, con el pregón, que este año corre a cargo del articulista de EL PERIODICO, José Ramón Alonso de la Torre. Después, se recibirá en la plaza de España, y por segundo año consecutivo, a los jurramachos confeccionados por los vecinos de las distintas barriadas. Los muñecos quedarán expuestos en el patio del ayuntamiento durante todo el Carnaval. El martes, 8 de febrero, un jurado determinará el jurramacho ganador, que será indultado. El resto, se quemará en una hoguera, mientras se degustan vinos y sardinas.

Los carnavales montanchegos también tienen sus viandas y bebidas particulares: dulces típicos de San Blas, como las roscas o los escaldones, y mostillo, de fabricación made in Montánchez.

El alcalde sumó los atractivos y singularidades del Carnaval montanchego, a su antigüedad y al número de visitantes que recibe cada año para argumentar su aspiración, como ya ha publicado EL PERIODICO, a que esta fiesta reciba por parte de la Junta de Extremadura la declaración de Interés Turístico Regional.