Un ciudadano portugués, que viajaba en el tren expreso ´Lusitania´ procedente de Madrid, murió durante el recorrido a consecuencia de una hemorragia producida por una enfermedad. Al fallecido, que fue evacuado en la estación fronteriza, le acompañaba su mujer y un hijo, quienes debido al nerviosismo que padecía la viuda, decidieron continuar viaje a Lisboa, dejando el cuerpo depositado en el cementerio valentino.