Un hombre de 67 años perdió ayer la vida y su mujer de 64 años resultó herida de gravedad tras sufrir un politraumatismo (aunque su vida no corre peligro) a causa de un accidente de tráfico que tuvo lugar junto al Puente Romano de Alcántara, a unos 400 metros de distancia.

El 112 recibió una llamada de aviso sobre las 11.45 horas y hasta el lugar se desplazaron efectivos de servicio de la Guardia Civil de Cáceres y de la policía local de Alcántara, así como dotaciones del parque de bomberos cacereño y de Valencia de Alcántara, un helicóptero sanitario con base en Malpartida y una ambulancia convencional.

Por causas aún desconocidas, el vehículo, que circulaba por la carretera EX-117 dirección Cáceres, se salió de la vía y, tras cruzar el carril contrario, acabó golpeando contra un muro de cemento (de unos 50 o 60 centímetros de altura) que delimita un pequeño mirador y se precipitó por un terraplén. La velocidad máxima permitida en ese tramo es de 40 kilómetros por hora y aunque existe una pequeña curva, en el lugar donde se produjo la salida de vía, ésta no puede considerarse ni mucho menos cerrada.

El turismo, un BMW negro, cayó unos 40 metros hasta el suelo provocando la muerte del conductor, que respondía al nombre de Luis Cantero, en el acto, según informó la Guardia Civil. El copiloto, la esposa del fallecido de nombre Pilar, fue trasladada al hospital cacereño San Pedro de Alcántara en estado grave tras sufrir un politraumatismo. No obstante, al cierre de esta edición, la mujer estaba en observación en urgencias, aunque estable y consciente de lo que había pasado. Su vida no corre peligro.

Los ocupantes del coche son vecinos de Piedras Albas, según confirmó el alcalde de la localidad, Víctor García Vega. El matrimonio residió en Álava (Vitoria) durante su etapa laboral pero hace cosa de dos o tres años que el fallecido se jubiló y, desde entonces, vivían la mayor parte del año en Piedras Albas. Al ser un municipio pequeño, sus habitantes se ven obligados a desplazarse a poblaciones cercanas para adquirir o consumir productos que no existen en Piedras Albas, por lo que «el trasiego de gente es constante», añadió García Vega.

Desplazado hasta el centro sanitario cacereño donde permanecía la mujer superviviente al accidente, el alcalde lamentó el terrible suceso. «No nos explicamos como a un conductor tan experimentado le ha podido pasar algo así», remarcó García Vega, que destacó que se trata de «una familia numerosa y muy querida en el pueblo» conocida como «los Badila». El matrimonio tiene nueve hijos, además de varios nietos, y una de sus hijas se trasladó ayer a Cáceres desde Vitoria.

García Vega lamentó profundamente la pérdida de uno de sus vecinos de Piedras Albas, una persona muy amable, gran cantante de rumba y recolector de criadillas. «Había participado recientemente en el Carnaval del municipio hasta el último día con el entierro de la sardina. Estaba muy metido en la vida del pueblo e incluso se encontraba a punto de terminar una reforma en su casa. Ha sido una noticia terrible», lamentó el alcalde.