Una mujer de 40 años y una niña de 5 resultaron ayer heridas en un atropello que se produjo con su propio coche. Sucedió sobre las diez de la mañana en la calle Gabriel y Galán de la localidad de Sierra de Fuentes, justo a las puertas del Colegio Santísimo Cristo, al que la mujer había acudido para dejar a la pequeña en la escuela de verano.

"Ha sido un susto tremendo, un accidente que podía haber sido una tragedia, pero que por suerte se ha quedado solo en un susto, muy grande, eso sí, pero nada más", indicaban a este diario dos de las hermanas de la conductora ya por la tarde, junto a la entrada del servicio de Urgencias del Hospital San Pedro de Alcántara de Cáceres, donde las heridas fueron trasladadas tras el accidente.

La mujer, que según la información facilitada por el Servicio Extremeño de Salud sufrió heridas en el cuero cabelludo y erosiones en distintas partes del cuerpo, no presentaba fracturas y se encontraba "estable", "aunque seguramente esté ingresada al menos hasta mañana, pues nos han dicho que tiene que estar en observación al menos 24 horas".

La pequeña, por su parte, presentaba diversas quemaduras y permaneció en Pediatría hasta aproximadamente las cinco de la tarde, en que fue dada de alta. "Saber que la niña está fuera de peligro es lo único que ha tranquilizado un poco a mi hermana, que está muy nerviosa y preocupada desde lo ocurrido".

Y es que para Manoli, que así se llama la mujer herida, "lo primero son los niños", los dos hermanos a los que cuida desde que nacieron: la pequeña de 5 años que estaba junto a ella cuando ocurrió el atropello, y el niño de un año que estaba dentro del coche. Fue precisamente este hecho lo que en cierto modo motivó el accidente.

"Todo sucedió muy deprisa", indicaron sus hermanas. Manoli, paró junto a la puerta del colegio, situado en una calle muy empinada y se bajó a dejar a la niña. Era un segundo, por lo que dejó dentro al hermano, sentado y asegurado en su silla. "Ella nos ha asegurado que recuerda que echó el freno de manos, pero quizás no debió subirlo del todo", pues de repente vio que el coche se iba "y sin pensarlo fue por detrás e intentó pararlo con sus manos".

Pero el vehículo no se detuvo hasta que otro conductor, al ver lo que sucedía, se dirigió hacia él y le paró con su propio coche, momento en el que ya otros testigos que habían acudido corriendo socorrieron a la mujer y la niña, "que mi hermana no había conseguido separar de ella, a pesar de que la empujaba hacia la acera al tiempo que trataba de parar el coche".