Las tres fallecidas en el grave accidente del pasado viernes en la A-5 (Autovía del Suroeste) eran una madre de 36 años, de iniciales M. G. N., y sus dos hijas de 8 y 11 años, según la información recabada ayer por este diario. El infortunio las sorprendió cuando viajaban desde Avila hasta la provincia de Badajoz, donde residen sus familiares. La consternación por este suceso fue especialmente honda en Villanueva del Fresno, localidad de sus allegados, donde se ofició el funeral en la mañana de ayer. Los cuerpos fueron posteriormente incinerados en Badajoz.

El camión todavía continúa en la mediana de la autovía A-5, ya que la mala climatología y las pocas horas de luz hicieron aconsejable posponer su traslado hasta hoy, para lo que será necesaria una grúa. La Guardia Civil comunicó ayer que un carril sigue cerrado, aunque no impide la normal circulación.

Los hechos sucedieron a las 17.00 horas en el kilómetro 282, término de Villamesías, cuando el turismo conducido por la mujer, un Citröen Xantia matrícula AV-9569-M, invadió el sentido contrario y colisionó con un camión DAF de transporte de ganado, matrícula 8604-CBK.

La madre y sus hijas murieron calcinadas, mientras que el conductor del camión, de iniciales J. G. A., salió ileso. Los cuerpos fueron trasladados al tanatorio de Miajadas y más tarde al de Trujillo, donde se personó el padre de la familia, que salió de viaje desde León en cuanto conoció la noticia. Los cadáveres partieron hacia Badajoz a las 22.30, una vez examinados por los forenses.

El funeral se ofició a la una del mediodía de ayer en la iglesia de la Purísima Concepción de Villanueva del Fresno, una localidad de 3.500 habitantes que se conmovió por la tragedia y colapsó el templo. "Todos los vecinos están muy asustados, una cosa así dejará secuelas durante mucho tiempo. Yo misma me encuentro bastante nerviosa", explicó una mujer poco después de la ceremonia.