La nieve ha disfrazado este fin de semana de blanco carnaval, aunque de manera tímida, los picos más altos de las comarcas de La Vera y el Valle del Jerte, con una bajada considerable de temperaturas, acentuada por la sensación de frío que provoca el viento reinante en la zona.

En la mañana de ayer, las lluvias caídas durante la noche del sábado al domingo se alejaron empujadas por el aire que azotaba cornisas, árboles y tejados. No obstante, lugareños, hosteleros y agricultores de la zona siguen esperando la gran nevada del invierno, que sirva de reserva hídrica, de cara al próximo verano, con el fin de que las gargantas continúen transportando agua en los meses estivales, además de dar verdor al paisaje, llene los charcos donde siempre es placentero disfrutar del baño, y las corrientes de agua rieguen los campos sembrados de hortalizas, tabaco, pimiento para pimentón y árboles frutales.

MAS FRIO PARA EL CEREZO Entre ellos se encuentran numerosos cerezos que aún necesitan un 14% más de horas de frío que las registradas en lo que llevamos de invierno, según los datos que manejaba días atrás el propio presidente de la Agrupación de Cooperativas del Valle del Jerte, Emilio Sánchez.