Cómo auténticas estampas navideñas describieron los paisajes que pudieron contemplar los montañeros que participaron ayer en la ruta de Carlos V, que une las localidades de Tornavacas y Jarandilla de la Vera.

La jornada se presentó borrascosa, con nevadas en las alturas y temperaturas realmente bajas, lo que hizo que alrededor de doscientos, de los setecientos cuarenta y nueve caminantes inscritos desistieran de recorrer la ruta que hizo el emperador hispano-alemán el día 13 de noviembre de 1556, cuando se dirigía al castillo de los Condes de Oropesa, en Jarandilla de la Vera, hasta que concluian las obras de construcción del palacete que hay adosado a la fachada sur de la basílica de Yuste.

Algunas de las personas que tenian previsto desplazarse andando desde Tornavacas a Jarandilla optaron por no bajarse de los autobuses, "y unos ciento cuarenta decidieron volverse para atrás desde el paraje de Las Losas", según indicó Emilio Rodríguez, vocal del Grupo Placentino de Montaña, cuyo colectivo organizó la marcha.

SIN PAPELES Sin embargo hubo otro número considerable de montañeros que hicieron la ruta, sin estar previamente inscritos, lo que dificultó a los organizadores las labores de control en la montaña, así como el cálculo del número total de participantes, que pudo situarse en torno a los setecientos caminantes.

Entre los de menor edad estaba Sira Bejarano Antonio, de ocho años, que llegó a las inmediaciones del puente de Palo, ubicado sobre la Garganta Jaranda, en Jarandilla de la Vera, en torno a las 16.30 horas, acompañada de su madre y sus hermanas, Lía y Adriana, de 9 y 13 años respectivamente.

Al final todo salió bien, sin percance alguno, confirmó Emilio Rodríguez al término de la marcha, minutos antes de las siete de la tarde, además de reconocer la importancia de la colaboración prestada por Protección Civil, Cruz Roja, Guardia Civil, la Asociación Cultural Amigos de la Vera, que ofreció zumos y chocolate con churros a los ruteros, y a la Asociación Cultural de Mujeres la Flor de la Jara, que repartió el ágape.