TQtuerido Candi: Aunque sé que nunca fuiste muy dado a exteriorizar los sentimientos, creo que sabrás perdonar que hoy te dedique estas amargas líneas con los ojos llenos de lagrimas. Con el corazón encogido, hasta esta misma mañana (por ayer) mantenía viva la esperanza de que podrías mantenerte en esa carrera de fondo, la más importante de tu vida, como aquellas que con 15 años compartías con Jerónimo, Lázaro y Sebas, a las órdenes de Fragoso. Pero, amigo de tus amigos y generoso en el sacrificio hasta el final, no has encontrado mejor manera de dejarnos que entregar tu vida protegiendo la de los demás. El Día de la Luz ya nunca será lo mismo para todos cuantos en algún momento de tu vida te apreciamos y quisimos.

Sé que nada de cuanto ahora diga podrá aliviar el dolor de tu familia, que, hoy más que nunca, es también la nuestra; pero quiero que ellos y tú sepáis que tus amigos, que fuimos y somos muchos, seguiremos viéndote cada Día de la Luz, junto a las andas de la Virgen en la procesión y cuidando de todos nosotros durante las carreras, en esas, hoy fatídicas, Cuatro Esquinas. No puedo ya imaginarte de otra manera, querido Gacho. Hasta el año que viene, pues, amigo.

*Informático