La agria polémica entre los vecinos de Millanes y su párroco, suscitada por la desaparición de los fondos recaudados para reparar la iglesia parece haber llegado a su fin. Y es que tras la reunión celebrada entre la comisión recaudatoria y el Obispado de Plasencia, éste último ha atendido las peticiones del pueblo y se ha comprometido, entre otras cosas, a cambiar el cura en el transcurso del presente año.

Hace un mes que los vecinos de la localidad cacereña decidieron concentrarse a la puerta de la parroquia como medida de presión para que el cura, Antonio Romero, diese explicaciones sobre el destino de los fondos que la comisión recaudó puerta por puerta en el municipio.

Ante este panorama, Romero decidió encerrarse en el templo eclesial hasta que llegaron dos patrullas de la Guardia Civil para escoltarlo hasta la salida del pueblo. Este incidente desató la caja de los truenos y desde Millanes se fueron sucediendo denuncias sobre la "oscura gestión" del dinero de la iglesia por parte de Romero así como su actitud dictatorial con los feligreses.

Ahora, tras acudir miembros de la comisión a diversos medios de comunicación, el Obispado de Plasencia ha atendido las demandas de los vecinos y se ha comprometido a dar solución a los problemas surgidos.

ACUERDOS

Además del citado compromiso de cambiar al cura, la comisión informa mediante un comunicado que el Obispado ha dado orden de abrir la iglesia cuando las circunstancias así lo exijan (en caso de entierro, boda, bautizo o comunión) previa petición al arciprestazgo, que mandará un párroco que no sea Romero.

También ponen en conocimiento que el saldo de la cartilla de la iglesia de Millanes es de 3.683 euros y que ésta quedará bloqueada hasta que se nombre un nuevo párroco.

La comisión concluye el escrito señalando que se presentará voluntaria para ayudar en la puesta en marcha de la reforma de la iglesia.