Técnicos del obispado han ordenado el cierre del coro de la iglesia de San Andrés como consecuencia del deterioro que sufre. Esta decisión, nunca tomada antes, se ha resuelto después de que la comisión para la restauración del templo informara al obispado del débil estado del edificio en el que ya se han detectado varios desprendimientos.

El problema se ha planteado con la aproximación de las fiestas de La Encamisá, el 7 de diciembre, una celebración cuyo escenario principal es el templo al que acceden unas 2.500 personas, de las que 200 subían al coro, así como el numeroso público que acude en los días previos a los actos religiosos.

El alcalde de Torrejoncillo, Moisés Paniagua, dijo que la decisión del obispado "es acertada" y que con esta medida, "podemos evitar una desgracia". Insistió en que la gravedad de la iglesia es una realidad y que año tras año, "las patologías del edificio han ido a peor", y advirtió de que si se deja así, "esperemos que el año que viene no haya que cerrar toda la iglesia".

Dada la urgencia del caso, el director general de Patrimonio, Francisco Pérez Urbán, se ha comprometido a enviar un técnico en breves días para estudiar con detenimiento la gravedad que presenta la iglesia.