El laboratorio de Salud Pública de Cáceres y los Servicios de Microbiología estudian las muestras de alimentos que ingirieron los ancianos de la residencia de Romangordo el 7 de junio, después de que seis residentes y dos trabajadores --manipuladores de alimentos-- tuvieran que ser atendidos el 8 de junio por la médico del centro de salud de la localidad afectados por dolor abdominal, aunque no presentaron vómitos ni fiebre, según confirmaron ayer fuentes del Servicio Extremeño de Salud (SES).

Asimismo, se están estudiando las analíticas que se realizaron a residentes y trabajadores del centro. "De momento, sólo se puede hablar de presunta intoxicación, porque todavía no se sabe a que se ha debido" este brote, aclararon las mismas fuentes.

Ninguno de los enfermos ha tenido que ser hospitalizado y desde el SES se aseguró ayer que evolucionan "favorablemente", mientras que se trata de averiguar las causas de su malestar, que no ha afectado al resto de residentes, 48. La residencia está gestionada por el ayuntamiento, pero tiene plazas concertadas con la Junta.

Por su parte, la alcaldesa de Romangordo, Rosario Cordero, quiso transmitir un mensaje de tranquilidad y afirmó que la situación está "controlada" y que todos los residentes se encuentran bien.