El Jarramplas, mítico personaje protagonista de la fiesta de Interés Turístico Nacional que se celebra en Piornal en honor a San Sebastián, volverá a recorrer las calles de la localidad los días 19 y 20 de enero, esta vez encarnado por Óscar Moreno Prieto e Ismael Vicente Vicente.

Existen varias teorías sobre el origen de esta impactante fiesta ya que algunos creen que el Jarramplas fue un guerrero cristiano que fue despreciado por el pueblo por pasarse, en época de dominación musulmana, a las tropas árabes, y otros opinan que pudo ser un mártir que los judíos mataron por no renegar del cristianismo.

El Jarramplas de 2017 será encarnado por Óscar Moreno e Ismael Vicente, según la lista oficial de candidatos a liderar esta fiesta, listado que está completo hasta al año 2036 y en el que se apuntan aquellos vecinos que quieren ponerse en la piel del personaje.

Desde finales del mes de septiembre, tanto Óscar como Ismael y sus mayordomos se han afanado en los preparativos a fin de que el próximo 19 de enero esté todo a punto para el comienzo de la fiesta.

Estos preparativos consisten, principalmente, en la confección de los trajes "de cintas", de las máscaras del Jarramplas y de las "cachiporras", una tarea que está encomendada a los mayordomos.

Hoy Jarramplas soporta un peso de entre 20 y 30 kilogramos de la armadura de fibra de carbono y la máscara, "armas" con las cuales soportará los impactos de los cerca de 30.000 kilogramos de nabos que le lanzarán piornalegos y visitantes con la intención de castigarle.

La fiesta en sí comenzará a las 8.30 horas del 19 de enero, con la petición de ofrendas para el santo, San Sebastián, por parte del Jarramplas, mayordomos, vecinos del pueblo y los miles de visitantes que cada año congrega esta fiesta.

A las 11.00 horas del jueves, el Jarramplas hará su primera salida mientras toca el tambor por las calles y recibirá una lluvia de nabos sobre su cuerpo a modo de "castigo" infringido por los vecinos; por la tarde las mujeres preparan al santo San Sebastián y Jarramplas vuelve a hacer otra salida.

Llegada la medianoche y una vez cantadas las alborás, se realizan unas migas para todos los asistentes, para al día siguiente salir nuevamente el Jarramplas y su tambor, que volverá a ser blanco de los proyectiles lanzados por la muchedumbre.

La fiesta continuará con la celebración de la misa mayor, la procesión y el canto de las tradicionales "roscas" y ya por la tarde se produce la última salida del Jarramplas quien, tras rezar el rosario y subir al Santo a su trono, entrega sus ropas al mayordomo entrante que las velará hasta la edición del año que viene.