A los pies de la iglesia parroquial de Jarandilla de la Vera, que en otros tiempos fuera castillo de la orden del Temple, el viajero, buscador de lugares curiosos y sorprendentes se encuentra, de forma repentina, con el Museo Etonográfico Francisco Porras, que su propietario ha ido enriqueciendo desde que se jubiló como agricultor hace quince años.

Este jarandillano "de toda la vida" guarda en los bajos de su amplia casa, objetos y utensilios relacionados con oficios, tradiciones y costumbres muchas de ellas ya desaparecidas. A esto hay que añadir otros objetos raros y curiosos, "que actualmente serían difíciles de conseguir", como un cartel de 1898, en el que se anuncian dos corridas en la vieja Plaza de San Sebastián. En la primera intervinieron Mazzantini y Guerrita, y en la segunda, Reverte y Bombita, que lidiaron toros "elegidos de los de más precio del Duque de Veragua".

En el apartado de política están revueltos, el general Franco, Rodríguez Ibarra, Manuel Hazaña, Felipe González y José Maria Aznar. "Aquí están todos juntos, porque en este rincón tienen todos cabida, otra cosa es en la vida real".

Monedas, gramófonos en pleno funcionamiento, imágnes de santos de hace varios siglos, el último parte de guerra dictado por el anterior Jefe del Estado, y un raro artilugio de cristal utilizado para combatir la plaga de moscas que en la década de los años treinta del siglo pasado azotó las cosechas de cerezas, "ya que por aquel entonces no se conocían los insecticidas".

Por último el Museo Etnográfico Francisco Porras es un lugar ideal para "pasar un rato", sumergido en el pasado. La entrada es gratuita, "aunque quien quiere al salir me deja una propina", para mantenimiento del Museo.