Los miembros de la Sociedad de Pescadores de Hervás ya sospechaban que algo así podría pasar. La semana pasada repoblaron con truchas la piscina natural de la Fuente Chiquita para celebrar un concurso de pesca infantil. Para que todo estuviera listo para los días 8, 9 y 10 de junio se avisó a los vecinos y los socios para que no pescasen durante esos días. Pero un joven de 17 años, vecino de Hervás, hizo oídos sordos a la recomendación y se fue de pesca a las dos de la madrugada. "Le pillamos ´in fraganti´ y le sujetamos hasta que llegó la Guardia Civil que venía de Valdeovispo", relató Joaquín Rubio, miembro del club de pesca. El grupo había preparado el coto con la repoblación de 130 truchas de la piscifactoria de Jerte en la Fuente Chiquita. "Las soltamos el día 8 y estuvimos oteando por la tarde y avisamos que no se pescara para preparar el coto para el concurso".

Ahora el furtivo ha sido pescado con la caña en la agua y se enfrenta a cuatro infracciones, según comunicó la Benemérita al club deportivo: "pescar de noche, en un coto sin permiso, vedado para un concurso y por haber pescado seis truchas menores de la medida establecida, que son 21 centímetros", apuntó Rubio.

A pesar de de la ajetreada noche, el club local pudo celebrar al día siguiente el concurso infantil que habían organizado para "potenciar la pesca entre los más pequeños". Doce niños de Hervás y Abadía de entre 8 y 12 años tomaron parte en la actividad y aprendieron a lanzar la caña, a utilizar distintos aparejos y artículos de pesca. Los pequeños también aprendieron algunos aspectos de la normativa como la legislación y el límite de capturas. Con toda probabilidad a los doce jóvenes participantes en el encuentro les ha quedado muy claro lo que les puede pasar sí no respetan el medio ambiente y la fauna y flora que les rodea y que el del furtivo, no es el ejemplo que deben seguir.