Es el pueblo más alto de Extremadura, ya que se alza a 1.175 metros de altitud sobre el altiplano de la sierra de Tormantos, en las estribaciones de Gredos, y pertenece a la comarca del Jerte, aunque se sitúa a caballo entre ésta y La Vera.

El término Piornal procede de piornos , un pequeño arbusto de flores amarillas, y de menos de un metro de altura que aparece en las partes altas de las sierras. No obstante, lo que confiere auténtica personalidad a Piornal, como ocurre en todo el Valle del Jerte, es el cerezo, y tal es el número de ellos, que en su floración ofrecen unas panorámicas espectaculares que semejan un paisaje nevado. Una nieve a la que los piornalegos están muy acostumbrados, pues todos los inviernos, el pueblo y los alrededores quedan cubiertos por ella. Y es que la temperatura aquí es sensiblemente inferior a la de los pueblos de la comarca.

No están demasiado claros los orígenes de Piornal, pero se cree que algunos pequeños núcleos de íberos estuvieron por estas tierras sin que fueran molestados ni por romanos ni por visigodos o árabes. La razón es la altura, que no les hacían objeto de apetencia para sus colonizadores. Los primeros indicios datan de comienzos del siglo XIII, y tienen un origen pastoril, puesto que éstos buscaban los agostaderos, lugares donde pasta el ganado en verano, y que hicieron que, al final, se asentasen en esta tierra las familias ganaderas. Tierras pobres, entonces, que sólo podían dar de comer al ganado.

LOS PASTORES

Sobre el origen de los primeros pastores no está claro si vinieron de tierras castellanas o de León. Alfonso XI, ya menciona, en su libro de montería, su abundante caza menor, además de jabalíes y cabras salvajes, pero fueron los vecinos de Piornal quienes fundaron los pueblos de Barrado y Cabrero para aprovechar y dominar los pastos de las zonas descendentes de las laderas de la sierra, primero como barrios de Piornal y más tarde, como localidades independientes.

Además, su situación geográfica la ha alejado de muchas contiendas, aunque sí fue invadida por los franceses a comienzos del XIX, que desde aquí lanzaban movimientos guerrilleros.

De sus monumentos destaca la primitiva iglesia de San Juan Bautista, de la que sólo se conserva la torre, fechada hacia el siglo XIV, el resto del edificio fue demolido hace casi medio siglo y sustituido por el actual. Del siglo XVII es la ermita de Nuestra Señora de la Concepción, y quedan también restos de lo que fue el palacio del Obispo Pedro González. También es típica su fuente de cuatro caños, el puente de piedra del Cotril y las Lanchas Negra y la Resbaladera.