El acto de entrega del cuadro donado por el pintor Jesús Valle a la parroquia de San Pedro Apóstol de Garrovillas de Alconétar --que representa a Cristo crucificado, cuyo rostro es el del hijo del autor, no estuvo exento de polémica, pues se impidió que el autor leyera un manifiesto, tal y como estaba previsto, por la "presión" que ejercieron algunos fieles por no estar de acuerdo con que se colocase un cuadro con el rostro del hijo de Valle.

El autor prefirió no valorar lo sucedido, no obstante, señaló que "nadie es profeta en su tierra" y que, a pesar de que comprende que se pueda hablar "mal" de una obra, no entiende "que por tener el rostro de una persona conocida se vaya en contra de ellos".

Valle añadió que "todo Garrovillas sabemos quienes son estas personas allegadas a la iglesia que están detrás de este asunto" y pidió que se dejase al párroco de la localidad al margen de esta polémica.

El cuadro, titulado Cristo de Valle , se entregó en un acto al que acudieron el párroco de la localidad y el de Santiago del Campo, al alcalde de Garrovillas y los miembros de la corporación municipal, así como numerosos vecinos.