Más de un centenar de personas se reunieron en la casa de cultura de Madroñera para abordar la polémica surgida a raíz de que el ayuntamiento obligue desde mañana a celebrar el botellón en una zona habilitada para ello y no en los aledaños del polideportivo, como venía haciéndose hasta ahora.

El alcalde de Madroñera, Melecio Solís, señaló que el consistorio está dotando el nuevo lugar --que fue hace 15 años un vertedero-- de luz, asientos y contenedores y añadió que se ha echado arena en el suelo "para compactar el terreno". Solís indicó que inicialmente pensaron en llevar esta práctica a otro lugar, pero "no era posible porque no se cumplía con el derecho al descanso de los vecinos o estaba la carretera al medio", argumentó.

Ante la actitud de los jóvenes madroñeros, el máximo responsable del consistorio dijo que hay numerosas personas que han aceptado las medidas que se han tomado, pero hay otras que son reacias a admitir lo decidido, "seguramente instigados por algún partido político", apuntó.

Un grupo de jóvenes consultados señaló que entienden que el botellón no se pueda realizar en la población porque se molesta a la vecindad, pero lamentaron que no se les haya preguntado "para decidir dónde se podía realizar". Los jóvenes criticaron la zona habilitada es "antihigiénica" y no es adecuada para realizar tal actividad. Por ello, pidieron que se dote mejor el lugar, asfaltando el camino de acceso e instalando servicios y una parte techada.