La aprobación inicial del Plan General de Ordenación Urbana de Casar de Palomero ha suscitado la polémica en la localidad y en sus tres pedanías: Rivera Oveja, Pedro Muñoz y Azabal. Un grupo de vecinos ha mostrado su oposición repartiendo octavillas por las calles del municipio en las que piden la retirada del plan.

El alcalde de Casar de Palomero, Eduardo Béjar, explicó en declaraciones a este diario que el plan general se encuentra en la actualidad en periodo de alegaciones, abierto desde el pasado mes de junio, a pesar de que la legislación contempla que se someta a información pública durante tan sólo un mes. "Como hemos tenido muchas alegaciones hemos decidido ampliar este periodo mucho tiempo más del que nos exige la ley", manifestó Béjar.

El alcalde aseguró que las personas que están protestando por el futuro plan de urbanismo son vecinos afectados por las expropiaciones de terreno que no quieren "asumir los costes que marca la Ley del Suelo de Extremadura y ceder terrenos para zonas verdes y zonas azules".Por su parte, los vecinos afectados han rehusado hacer declaraciones y expondrán su postura en una rueda de prensa que han convocado hoy en Cáceres.

El mandatario local resaltó además que están pidiendo que se retire el plan de urbanismo basándose en intereses "particulares" y el plan general, dijo, "vela por el interés público y el desarrollo del Casar". Béjar reiteró que es "inaudito" lo que está pasando, ya que los "mayores beneficiarios de un plan general son estos propietarios".

El alcalde apuntó que estos vecinos no quieren "ceder nada", no obstante matizó que el ayuntamiento estudiará todas las alegaciones que ha recibido y muchas de ellas "se atenderán". Afirmó que existe un vacío legal y muchas construcciones son ilegales por lo que "el plan de urbanismo es necesario".