Tender la ropa y ponerla a secar aprovechando el buen tiempo estival se ha convertido en un quebradero de cabeza para algunos vecinos moralos. Principalmente aquellos que viven en viviendas de planta baja y que, en alguna que otra ocasión, optan por colgar la ropa en las fachadas de sus casas, y casi a pie de calle. Afortunadamente, esta no es una técnica habitual en la ciudad, pero sí se han dado algunos casos en los que ya ha tenido que actuar la Policía local. De hecho, los agentes, recientemente, han ordenado la retirada de un total de doce tendederos de este tipo improvisados en las fachadas de las viviendas que están principalmente en las calles Isabel la Católica, Calvo Sotelo y en la zona de la Peligrosa.

"Además de la estética puesto que da muy mala imagen, se pone en peligro la seguridad de los peatones, dado los materiales que se utilizan para fijar la ropa que suelen ser hierros y en otros casos las cuerdas se enganchan en los mismos registros de la luz", comentó el concejal y portavoz municipal, José Demófilo Pascual. No obstante, Pascual señaló que en todos los casos, los vecinos han retirado los tendedero de manera voluntaria.