La Policía Local de Trujillo se plantea iniciar movilizaciones como en junio del 2006 para solucionar el conflicto que mantiene con el ayuntamiento si no se ofrecen soluciones a sus reivindicaciones cuando el alcalde José Antonio Redondo regrese de vacaciones.

El representante sindical de UGT de este cuerpo policial, Marco Antonio Díaz, culpó ayer al alcalde de "cometer una cacicada por quitar casi 400 euros de su salario a tres policías porque han estado enfermos". Díaz, que compareció en rueda de prensa junto a Javier Bohoyo (CSI-CSIF), lamentó las palabras de la edil de Seguridad Ciudadana, María de los Angeles Serna, quien anunció que no aceptará chantajes de la policía. El ayuntamiento ha reconocido que la plantilla policial se encuentra bajo mínimos debido a seis bajas laborales y las vacaciones de la plantilla, lo que ha obligado a cubrir servicios con la colaboración de agentes de la Guardia Civil.

Lejos de calmar los ánimos, las palabras de Serna, que estuvo acompañada del alcalde en funciones, Cándido Fernández, han agitado aún más el clima de crispación que separa a ambas partes. La policía pide que se cubran todas las plazas en activo, que el cuerpo disponga de medios adecuados y que "de una vez por todas se deje de oprimir al trabajador vulnerando sus derechos". En caso contrario habrá movilizaciones.

Los agentes sostienen que el ayuntamiento sólo ha aportado al cuerpo un vehículo de segunda mano que fue utilizado por el alcalde durante 115.000 kilómetros, y dos linternas. También exigen al ayuntamiento que convoque las tres plazas de agente y una de oficial que están previstas y que justifique el descuadre del presupuesto asignado al cuerpo. La policía asegura que lleva cinco años intentando negociar sin resultados y que su voluntad llegará pronto a su final.